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Cultura Financiera

La Biblia dice que debemos guiar a nuestros hijos en su camino. En nuestros países latinoamericanos creemos que debemos educar a nuestros hijos, lo cual es muy bueno, pero no todos serán doctores o abogados. Debemos reconocer las aptitudes que ellos tienen y desarrollar el talento que Dios les ha dado.

Se cuenta la historia de un doctor que un día escuchó a su esposa gritar desde el baño: -¡Querido, llama al plomero porque se está desbordando el agua del inodoro! Entonces el doctor tomó el teléfono y llamó al plomero. Más tarde cuando llegó el plomero, subió al baño y en tres minutos sacó un patito de goma que estaba atascado en el inodoro. Bajó y le extendió una cuenta al dueño de casa por $75.El doctor reaccionó de inmediato: -Un momentito -le dijo- soy doctor y nunca he ganado $75 en tres minutos. A lo que el plomero replicó: -Es cierto, cuando yo era doctor, ¡tampoco!


Es cierto que en Estados Unidos la mano de obra es carísima, contrario a los países latinos. Sin embargo, el principio es el mismo: no es necesario que uno sea abogado o doctor para mantener a su familia. El sabio Salomón decía: “¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará” (Pr. 22:29).
En un caso cercano de familia, a un joven se le exigió que estudiara para ser ingeniero civil. El joven luchaba diariamente con las matemáticas, tardó más de seis años para acabar la carrera y complacer a sus padres, pero a él le encantaba la fotografía. Después de graduarse de ingeniero buscó trabajo, pero ninguno de los trabajos que encontraba le gustaba. Fue hasta después que sus padres fallecieron que empezó a dedicarse a la fotografía. El día de hoy es un tremendo hombre de negocios. Su negocio se encuentra en una de las ciudades más grandes del mundo, pero su negocio no tiene nada que ver con la ingeniería civil, sino con la fotografía.Entonces, en vez de elegir la carrera de nuestros hijos por la cantidad de dinero que se supone ganarán, deberíamos elegirla de acuerdo al diseño de Dios para su vida. Permítame darle otro ejemplo: En los años setenta, cuando muy pocos usaban computadoras, un joven amigo mío quería estudiar computación. En aquellos tiempos las computadoras eran sólo para gente de altos recursos y empresas mayores, y aparentemente no era una buena carrera para él según los padres. Este joven dejó de estudiar porque no le interesaba otra cosa, los padres se frustraron con él, no encontraban la forma de estimularlo. Un día, los padres decidieron que apoyarían a su hijo si él quería estudiar computación, y desde entonces, este joven ha dedicado su vida a instalar sistemas de computación para organizaciones sin fines de lucro en todo el mundo.Planifique las metas educacionales para sus hijos, ya sea que ellos tengan una educación universitaria o una educación vocacional. La Biblia dice que debemos guiar a nuestros hijos en su camino, y cuando fueren viejos no se apartarán de él. Recuerde que la palabra camino está asociada con la personalidad del niño. Dios nos está diciendo, fíjense el tipo de personalidad que tiene su hijo o su hija, e instrúyanlo de acuerdo a esa personalidad. Haga un plan educacional de acuerdo con los talentos, habilidades y personalidad de sus hijos. De esta manera, usted estará preparando un camino de éxito para él y estará honrando el diseño de Dios para su vida.