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Cultura Financiera

El reflejo de un carácter maduro es la integridad. Esta es fundamental para disfrutar la vida con tranquilidad y para heredarles valores a nuestras generaciones.

Los latinoamericanos sabemos que decir la verdad es importante, así que les enseñamos a nuestros hijos a hacerlo. Sin embargo, cuando llegan las presiones, actuamos como Poncio Pilato. Preferimos “crucificar” al prójimo antes que perder las cosas que valoramos por haber dicho la verdad.

Stephen Carter, profesor de la Escuela de Leyes de la Universidad de Yale, autor Integrity (Integridad), explica que la integridad requiere de tres pasos concretos. El primer paso es discernir lo que está bien de lo que está mal. El segundo es actuar de acuerdo con esas convicciones, a pesar de que signifique pagar un precio por hacerlo. El tercero es expresar frente a otros que uno actúa de acuerdo con su propio criterio del bien y el mal.

Una de las mejores definiciones para el término en cuestión es la siguiente. «Integridad es: hacer lo que se tiene que hacer, cuando se tiene que hacer, como se tiene que hacer, sin importar las consecuencias». Abraham Lincoln dijo una vez: «Puedes engañar a todos algún tiempo, puedes engañar a algunos todo el tiempo, pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo». Eventualmente, la gente a tu alrededor sabrá quién eres en realidad.

Los problemas más serios que enfrenta el continente son la corrupción y la falta de integridad. Se esperaría que, al ser la mayoría de los habitantes católicos o “cristianos”, los índices de corrupción y deshonestidad política fueran menores. No podemos ser “esquizofrénicos religiosos”, viviendo de una manera los sábados o domingos y de otra forma entre semana.

Reflexiona sobre tus valores como cristiano. Si no crees que sean los mejores, cambia tu comportamiento hoy mismo. Ninguna sociedad puede desarrollarse correctamente si sus ciudadanos son deshonestos. Adoptemos la honradez como un estilo de vida.

La integridad no viene incluida en todo ser humano. Es el resultado de la disciplina y la confianza interna. Es una decisión, viene cuando actuamos con honestidad en todas las situaciones de la vida. Desafortunadamente, en la actualidad, la firmeza de carácter es una cualidad rara. Por ello, existen pocos ejemplos contemporáneos de personas íntegras. Nuestra cultura ha producido pocos héroes perdurables, pocos modelos de virtud real. Nos convertimos en imitadores, ¡con muy pocos líderes dignos de imitar!

El Dr. Billy Graham dijo: «La integridad es el pegamento que sostiene nuestra manera de vivir como un todo. Debemos luchar siempre por mantenerla intacta. Cuando se pierde la riqueza, nada se pierde; cuando se pierde la salud, algo se pierde; cuando se pierde el carácter, todo se pierde».

¡A partir de hoy, actúa con honestidad y honradez en cada situación y circunstancia!

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