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Estaremos libres de las influencias malignas que son como el terror nocturno y la saeta que vuela de día.

Usted y yo tenemos las promesas de liberación en la Escritura; todo lo que tenemos que hacer es tomar posesión, por fe, de estas ricas, poderosas y eficaces promesas. Debemos reclamarla por medio de la fe, de la confesión, de la aplicación de la Palabra de Dios en nuestras vidas sin vacilar, entonces la mano de Dios se moverá a nuestro favor para la liberación. Está escrito en el Salmo 32.7, es para usted y para mí: «Tú eres mi refugio, me guardarás de la angustia (opresión); con cánticos de LIBERACIÓN (de la tentación, del pecado, de las influencias malignas, de la depresión, etc.) me rodearás» (interpretación y énfasis añadidos por el autor).

Vea las promesas del salmo 91, léalas atentamente, varias veces, hasta que sea una realidad en su vida; medite, memorice estos versículos extraordinarios que nos prometen liberación, victoria y paz en el Señor, este Salmo establece que si usted y yo, por fe, escogemos a Dios como nuestro protector encontraremos en él todo lo que necesitamos o deseamos. Nuestro consuelo es hacer del Señor nuestro refugio, en contra de las tentaciones, del pecado, de influencias malignas porque encontraremos el respaldo de Dios en todas las áreas de nuestra vida.

Nuestra vida espiritual y física estará protegida por la gracia divina contra las tentaciones del diablo, que son como los lazos del cazador y del contagio del pecado que es como la peste destructora; estaremos libres de las influencias malignas que son como el terror nocturno y la saeta que vuela de día. Dios, a los creyentes, nos promete seguridad en medio de tanto peligro, la verdad de las Escrituras nos impedirá asustarnos y la fe que mueve la mano de Dios no nos dejará temer cualquier ataque maligno, todo estará bajo el control y la perfecta voluntad de nuestro Padre celestial. Usted y yo veremos cumplidas las promesas de Dios y él estará de nuestro lado en medio de la pestilencia que ande en oscuridad, los ataques secretos del diablo contra nosotros, mas no nos llegará la mortandad.

En medio de la lucha espiritual él enviará a sus ángeles para que nos protejan, pase lo que pase, nada nos dañará aunque se desaten problemas, pruebas y tribulaciones. La promesa de Dios es que él nos librará, a usted y a mí, a su debido tiempo, de todas nuestras aflicciones, dolores y dificultades; mientras tanto estará con nosotros en nuestras angustias, nos librará cuando le invoquemos con sinceridad, humildad y de corazón, nos dará una larga vida aquí en la tierra y encontraremos el camino de su salvación. Entonces habrá terminado toda tentación, pecado e influencia maligna y estaremos con él para siempre y disfrutaremos de la eternidad en los cielos. Por fe reciba su victoria y la mano de Dios traerá la liberación divina a su vida.

Tomado del libro La Fé que mueve la mano de Dios por Josué Yrion
publicado por Grupo Nelson, Nashville,TN.

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