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Cultura Financiera

Todos hablan de que el mundo está en crisis, que la situación económica es incierta, que los jóvenes han perdido dirección, que los divorcios se están multiplicando y que los niños al final son los que sufren.

En medio de todo eso, ¿es posible hallar algo confiable, algo honesto, algo puro y verdaderamente bello?

Yo creo que sí, que todavía existen muchísimas cosas positivas y maravillosas en este mundo. Dos jóvenes amigas, por ejemplo, acaban de dar a luz a dos hermosos bebés. Ambas dan muchas gracias a Dios por su bondad y su fidelidad, llenas de esperanza junto con sus felices esposos. Por otro lado, con caras radiantes una pareja acaba de anunciar que planea casarse a principios del próximo año. ¡Cuánta ilusión! Deseamos lo mejor para ellos. Dentro de nuestros hogares, podemos hallar paz y tranquilidad a pesar de las turbulencias que existen en este mundo.

Desde luego, todos sabemos que el principal problema en este nuevo matrimonio será el asunto de las finanzas. Por ahora no sospechan que pueda haber alguna diferencia de opinión en cuanto al uso del dinero, pero tarde o temprano habrá un desacuerdo. Quizá hasta una crisis. Lo importante es ponerse de acuerdo e iniciar desde el principio un presupuesto, siguiendo las reglas de la sabiduría y de la planeación.

¿Cómo se hace? Es sencillo, se sientan los dos juntos, con un cuaderno o un papel. Se apunta en una lista, por un lado, todos los ingresos netos del mes, ya sea por concepto de salario o cualquier otra fuente de ingreso, de ambos cónyuges. Luego en otra columna se apuntan los diferentes rubros de gastos, tales como el diezmo para Dios; la renta o el pago de la hipoteca, según el caso; los alimentos, ya sean preparados en casa o cuando se sale a comer; el transporte; los servicios como luz, teléfono, gas, agua, etcétera; quizá algo para vestimenta o regalos; medicina, seguros médicos o de vida; un porcentaje para el ahorro; una categoría de gastos varios o misceláneos. ¡Posiblemente se sorprenderán al tratar de balancear las dos columnas!

Es recomendable hacer una oración juntos antes de iniciar este ejercicio, para pedir la dirección y la calma de Dios. Si los ingresos no son suficientes para cubrir los gastos presupuestados, habrá que ir recortando gastos poco a poco hasta igualar las dos columnas. Traten de mantener un espíritu de buen humor y de compañerismo en todo momento.

Aquí va una advertencia: ¿Qué tal pedir un préstamo para cubrir la diferencia? Al fin y al cabo esperamos un aumento de sueldo. Además por todos lados se anuncian préstamos fáciles y tarjetas de crédito que ofrecen compras sin pagar nada anticipado. Pero tenga mucho cuidado. Cuando venga el aumento de sueldo, usted podrá ajustar el presupuesto, pero nada de pedir prestado o de comprar con tarjetas de crédito por ahora. Porque esto le causará dolores de cabeza, perderá dinero en intereses, tendrá presiones para pagar, y también se crearán tensiones en la pareja. Por experiencia, te advierto que es mucho mejor no pedir prestado y vivir con lo que ganas cada mes.

Muchas veces los problemas de dinero terminan desencadenando los divorcios. Recuerdo el caso de una pareja donde sólo el esposo trabajaba y dejaba el manejo de la casa y de los tres hijos a la esposa. Ella era una mujer muy inteligente, graduada de la universidad, fiel a la familia, muy confiable, ¿verdad? Falso. Ella gastaba sus tarjetas de crédito por todos lados, hasta que un día el marido se encontró con miles de dólares en deudas. ¿Qué hacer ahora? Él había escuchado de Cultura Financiera y decidió aplicar los principios que había escuchado. Le costó mucho sacrificio y tiempo, pero basado en un presupuesto firme, pudo salvar su matrimonio y su crédito al tomar el control de las finanzas.

¡Tú también puedes hacer lo mismo!

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