La inteligencia artificial ya existe entre nosotros y está tomando cada vez más control de las actividades diarias usualmente ejecutadas por humanos. ¿Es la inteligencia artificial una revolución? ¿Es positiva o negativa? ¿Cómo podemos entender este fenómeno y cómo podemos adaptarnos para sacar el mayor provecho?
Comencemos por el principio.
¿QUÉ ES LA INTELIGENCIA?
La inteligencia es la habilidad de percibir información, retenerla como conocimiento y utilizarla para la resolución de problemas.
Por ejemplo, un niño descubre dónde la madre guarda las golosinas (percibir información), memoriza el lugar (retención), y cada vez que tiene hambre de golosinas va al lugar a buscar más (resolución de problemas).
Digamos que un día su madre lo descubre agarrando golosinas y se molesta con él. Ahora el niño tiene una nueva pieza de información (Si mi madre me ve, se molesta – percepción), así que de ahora en adelante (retención) se asegura de agarrar las golosinas cuando su madre esté haciendo la siesta (resolución de problemas).
Así sigue evolucionando la inteligencia.
La inteligencia no es una habilidad estática sino dinámica. En el momento que el niño percibió que la madre se molestaba al verlo agarrando golosinas, su “programación interna” cambió y su inteligencia evolucionó para poder resolver el problema de una manera sostenible.
LA INTELIGENCIA ES UN PROCESO DE EVOLUCIÓN CONSTANTE.
Usualmente al hablar de inteligencia nos referimos a los humanos, sin embargo, se sabe que los animales también tienen inteligencia (son capaces de percibir información, retenerla y utilizarla para resolver un problema), y ahora, las computadoras.
¿QUÉ ES LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL?
La inteligencia artificial es la capacidad que tienen las computadoras de aprender a resolver problemas a medida que reciben estímulos e información nueva.
En el pasado (y actualidad), las computadoras tenían un programa que resolvía un problema específico. Es decir, una inteligencia humana había traducido el problema a un algoritmo (programación), que la computadora resolvía rápidamente (por su capacidad computacional tan veloz). Sin embargo, esta computadora sólo podía resolver el problema para la cuál había sido diseñada y programada. Nada más.
Un programa que te calculaba el precio estimado de una casa no podía calcularte el precio estimado de la misma casa si, por ejemplo, la economía había colapsado, o si había abierto un nuevo colegio de alto nivel a dos cuadras de la casa, o si a dos millas de la casa estaban creando un nuevo conjunto residencial con más de 450 casas nuevas.
Las computadoras sólo podían resolver exactamente el problema para lo cuál habían sido programadas.
¿QUÉ PASA CUANDO LAS COMPUTADORAS PUEDEN APRENDER? ¿QUÉ QUIERE DECIR “APRENDER”?
Quiere decir que las computadoras pueden recibir una inmensa cantidad de datos y descifrar rápidamente cuáles datos son relevantes y cuáles no para resolver el problema de la mejor manera.
Digamos que una computadora está programada para comprar tu comida. Cada vez que se te acaba algo (por ejemplo, el arroz), simplemente se lo pides a esta computadora y automáticamente te hace la compra por internet y te lo manda por correo a tu casa.
Sin embargo, esta computadora empieza a analizar los datos de tus compras y se da cuenta que todas las semanas se te acaba el arroz, o que los viernes siempre compras una botella de vino a último minuto en el mercado de la esquina o que, cada vez que compras pizza te da acidez en la noche, etc. Entonces, esta misma computadora ordena automáticamente el arroz antes de que se te acabe y la botella de vino que te gusta para que llegue a tu casa el viernes y también, te recomienda no comer pizza porque los antiácidos que estás tomando no son buenos para la salud.
Eso es lo que se llama inteligencia artificial.
¿POR QUÉ LA IA (INTELIGENCIA ARTIFICIAL) ES TAN PODEROSA?
Porque aprenderá de ella misma de forma exponencial a una velocidad inimaginable.
Los humanos aprendemos generalmente por experiencia. Si eres un médico cirujano, mientras más operaciones haces, tienes más experiencia: aprendes de tus errores, te enfrentas a diferentes retos y en consecuencia, eres un mejor médico.
Si eres un piloto, mientras más horas de vuelo tienes, más experiencia tienes, y mejor piloto eres.
Los seres humanos aprendemos de nuestra experiencia de forma lineal.
Ahora imagina 1500 robots operando en el mundo y conectados por el internet. Cada vez que un robot opera, toda “la experiencia” se acumula en el internet y se comunica a los otros 1499 robots. Si cada robot opera a una persona al día, en 1 año cada robot tendrá la experiencia de 1500 robots x 1 operación/día x 365 días/año lo que es igual a 547,500 operaciones.
Ningún médico cirujano llegará jamás a operar medio millón de veces.
Digamos que un avión, controlado por IA, logra perfeccionar el aterrizaje y despegue de un aeropuerto en particular y comparte la información a más de 200 aviones que aterrizan en ese aeropuerto y viceversa.
La posibilidad de error sería virtualmente cero.
Al cabo de unas semanas, los aviones controlados por AI tendrían la experiencia de miles de pilotos.
Imagina un mundo donde en las autopistas, el porcentaje de accidentes de humanos sea del 1% vs. el de automóviles controlados por IA de 0,000001%.
¿CÓMO LA IA APRENDE?
La Inteligencia Artificial tiene 3 métodos básicos para recibir información y aprender:
Visión artificial: Las máquinas puede ver, detectar lo que están viendo y aprender de lo que tienen frente al lente. Ejemplos de esta tecnología la tenemos muchos de nosotros en nuestro Iphone X donde el teléfono puede detectar nuestras caras (y ninguna otra) y darnos acceso al teléfono, claves y cuentas. Este sistema de visión artificial puede predecir y aprender de los cambios naturales de tu rostro como crecida de cabello o barba, envejecimiento, uso de lentes, etc.
Escuchar: Uno de los grandes poderes de la inteligencia artificial es la capacidad de escuchar, detectar el lenguaje y responder de acuerdo con lo solicitado. Un ejemplo claro son los asistentes de voz inteligentes como Alexa o Google Voice. Los mismos pueden interactuar contigo, aprender tu tono de voz, enseñarte algún tema y contarte una historia.
Sensores diversos: Cualquier equipo que pueda transformar algo que quiera ser medido en un impulso eléctrico, puede ser conectado a una máquina de IA: Temperatura, velocidad del viento, flujo de un líquido, nivel de colesterol y triglicéridos, niveles de azúcar en la sangre, calidad del agua, etc.
Luego de recibir los datos (millones de datos) es capaz de calcular muy rápido cuánta relevancia tienen cada uno de esos datos al problema que quiere resolver para luego modificar las variables necesarias.
Sin ánimo a entrar en explicaciones complejas, la capacidad de una máquina de hacer múltiples regresiones simultáneas para poder detectar cuáles son las variables que son relevantes y cuáles no, es lo que permite a la misma tomar la mejor decisión posible.
¿ME VA A QUITAR MI TRABAJO UNA MÁQUINA DE IA?
Depende de ti. La IA te quitará tu trabajo si es un trabajo repetible que ella puede aprender. Mientras más impredecible sea tu trabajo o tu habilidad, más difícil será para las máquinas tomar tu lugar.
Por ejemplo, una profesora que se limita a enseñar su clase repitiendo lo que dice el libro de texto será rápidamente reemplazada por IA. Una profesora que da la milla extra, trae pasión a la clase, conecta emocionalmente con sus alumnos y los inspira a ser curiosos y amar la búsqueda del conocimiento, difícilmente será reemplazada por IA.
De la misma manera que la televisión no acabó con la radio, ni el libro digital destruyó al libro físico, la IA no va a destruir todos los puestos de trabajo, lo que ocurrirá es una división importante entre lo humano y lo artificial, y muchos buscarán acercarse más a lo humano.
LA CLAVE NO ESTÁ EN BUSCAR GANARLE A LAS MÁQUINAS, LA CLAVE ESTÁ EN MAXIMIZAR NUESTRA VENTAJA COMPETITIVA: SER MÁS HUMANOS.
La IA nunca reemplazará a la sabiduría, la empatía, una sonrisa real, el verdadero amor, la inspiración, el calor humano, etc.
La IA viene a cambiar el juego: habilidades como memorización, repetición, cálculo, análisis de datos, etc. van a ser dominadas por las máquinas. El ser humanos es y será nuestra ventaja competitiva que nos permitirá crear experiencias para otros que serán irremplazables por las frías, inhumanas y “perfectas” máquinas. De la misma forma que todavía hoy yo prefiero sentir un libro de papel: su peso, las hojas, el olor, etc… mañana muchos preferirán una experiencia humana y real si te preparaste para crearla.