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Cultura Financiera

En la Biblia hay más versículos sobre dinero que sobre el cielo o la oración. Más del treinta y cinco por ciento de las parábolas de Jesús son acerca de dinero.

Empecé mi primer negocio a la edad de diecinueve. Importaba y exportaba detalles y regalos pequeños con un amigo cercano. En menos de dos años tuvimos que suspenderlo porque ciertas personas creyeron que estábamos dedicados al tráfico de estupefacientes, pero lo cierto es que nuestro negocio era muchísimo menos lucrativo.

Fue en esa época de nuestra vida que con mi esposa Judy definimos la dirección y el impulso que iba a tener. Nos habíamos propuesto vivir libres de deudas. ¿Cómo lo lograríamos? Contábamos con la influencia de Arnold Blech, George Muller, Hudson Taylor y D.L. Moody, pero todavía no había realizado un estudio profundo y riguroso de las Escrituras sobre el tema de la deuda.

En veintisiete años de matrimonio, hemos pedido dinero prestado en cuatro ocasiones: Dos veces por mil dólares, una vez por cinco mil y otra vez por diez mil dólares. Somos dueños de nuestra casa sin haber pagado hipoteca, de nuestros dos automóviles sin haber hecho pagos mensuales (uno tiene doce años y el otro dos, y ambos los recibimos como obsequios). Algunos dirían que la deuda por concepto de hipoteca es algo bueno porque puede deducirse de los impuestos. Lo cierto es que nosotros no tenemos deudas ni salarios.

Jesús hablaba de dinero
Después de casarnos, mi esposa Judy me preguntó por qué predicaba tanto sobre asuntos de dinero. Le contesté: «Porque la Biblia habla mucho sobre el tema». Lo paradójico es que me volví uno de esos predicadores que «siempre habla de plata», uno de los que tanto me disgustaban cuando recién me convertí. Algunas de mis ideas sobre el dinero sacadas de la Biblia han cambiado en el transcurso de los años, pero nada en realidad de lo que he aprendido en Proverbios. Hay más versículos bíblicos sobre dinero que sobre el cielo o la oración. Más del treinta y cinco por ciento de las parábolas de Jesús son acerca de dinero.

Las personas que no viven en los Estados Unidos han descartado gran parte de mi enseñanza pues afirman que solo se aplica a los estadounidenses o a la cultura occidental. ¿Y qué si ese es el caso? Mi respuesta a ellos es que no aprendí esto de un estadounidense ni de un occidental. Lo aprendí de un judío en Medio Oriente que ni siquiera vivió en nuestro milenio. Por supuesto, la idea de mezclar los temas de judaísmo y dinero puede espantar a otros cuantos, pero considere lo siguiente: Un tercio de todos los multimillonarios en los Estados Unidos son judíos, mientras que los hogares con ingresos no mayores a cincuenta mil dólares anuales son no judíos, el doble de esa cantidad, y el porcentaje de los que tienen ingresos por debajo de los veinte mil dólares es dos veces menor que la población judía en el país (The Jewish Phenomenon). Necesitamos escuchar a los judíos en materia de dinero, porque el antisemitismo llevará a muchos a la ruina literal.

Tomado del libro La sabiduría del rey Salomón sobre Dólares, Euros, Pesos por Ron Smith
publicado por Grupo Nelson, Nashville,TN. www.gruponelson.com

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